La prolijidad es una gran virtud gracias a la cual se puede vivir de determinada manera y ser más eficaz en todos nuestros objetivos ya sean personales, laborales, espirituales, sentimentales ú otros. Hoy en día la prolijidad no es muy enseñada a los más jóvenes en tanto puede considerarse como un hábito constructivo que aporte grandes beneficios a lo largo de la vida.
Ser prolijo significa ser ordenado, prudente y previsor. Las personas que son prolijas en su aspecto atraen a más personas que también son prolijas y ordenadas a su vida.
Ser prolijo con el aspecto físico signfica tener el pelo siempre ordenado y recortado, la piel limpia, el aspecto pulcro, reservado y vestimenta limpia y cuidada. Se trata de cultivar hábitos diarios para lucir una imagen personal cuidada, sobria e inteligente. A menudo se dice que los italianos son muy prolijos en su aspecto físico y en su imagen. La persona prolija es detallista, es esmerada en su vida y la mayoría de las veces obtiene muy buenos resultados por su proceder escrupuloso. En cuanto a su cultura y forma de vida se dice que los japoneses son muy prolijos.
Las personas prolijas tratan de ser exactas y cuidadosas, precisas, pensantes, esmeradas en todos los aspectos de la vida. Ser prolijo es utilizar todos los sentidos para tener orden, controlar los tiempos y tener cuidado en la gestión de las finanazas personales, en el trato con los demás en la vida hogareña y en el trabajo.
Todas las personas prefieren a alguien prolijo en sus vidas; en el trabajo, en una relación, en un negocio, en una amistad. Lo opuesto a prolijo es ser desprolijo, asqueroso, desordenado, descuidado, sucio, bohemio, confianzudo, desaliñeado, chapucero, indolente, abandonado, dilapidador, negligente y dejado.
Hay muchas formas de ser prolijo, no necesariamente significa ser aburrido, lacónico o breve. La persona prolija es alguien que planifica en lugar de “tirarse a la piscina”, medita, se instruye, se informa debidamente y piensa antes de tomar cualquier determinación.
La persona prolija busca con sus acciones la efectividad, la eficacia y el buen hacer antes que nada. También se puede ser prolijo en algunas tareas y en otras no o ser prolijo en algunas áreas de la vida y en otras no. La prolijidad es una virtud y todas las personas de bien intentan ser lo más prolijas posibles en todos los aspectos de su vida.
Para ser prolijo es necesario cultivar hábitos, costumbres que nos lleven a desarrollar ésta virtud lo mejor posible. Se dice que la prolijidad empieza por casa, por nosostros mismos.
La prolijidad se puede conquistar empezando por ser ordenados en nuestra propia casa, en el orden de las cosas, la limpieza y la decoración. Y también se puede empezar a cultivar hábitos de prolijidad en nuestra imagen personal.
Ejemplos de prolijidad
- La puntualidad es sinónimo de ser respetuosos de nuestro tiempo de nuestra palabra y del tiempo de los demás. La persona puntual es una persona prolija.
- Las personas que son detallistas para terminar un trabajo o una tarea son personas prolijas. A la hora de limpiar una habitación ser cuidadoso y esmerado con todos los aspectos de esta tarea como los pisos, muros, cielo raso, armarios, absolutamente todo. Y tomarse el tiempo para revisar si cada parte y cada objeto de la habitación ha quedado verdaderamente limpio.
- Marie Kondo es una especialista japonesa en ordenar cajones y armarios. Ha creado el método Kondo de organización. La japonesa es gurú del orden y enseña a ordenar la casa. Este es un cajón con ropa puesta de manera desaordenada y después de haberlo ordenado por Kondo. Es un ejemplo de prolijidad.
- Podar el césped del jardín periódicamente para no dejar crecer la hierba y que se alojen animales como roedores, culebras y mantener el aspecto ordenado es un ejemplo de prolijidad.
- Organizar la mesa de manera que estén en forma ordenada los elementos de cada comensal es un ejemplo de prolijidad. Los cubiertos ordenados, según primero, segundo plato y postre, las copas para cada bebida, los platos para entrada y segundo plato, la taza de café y el plato de postre.
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